viernes, 4 de noviembre de 2011

ALTERNATIVAS AL DINERO


Se llama Hour y es el equivalente a $10 dólares estadounidenses, porque ese es el valor promedio de una hora de trabajo en Ithaca, una ciudad de 145.000 habitantes en el estado de Nueva York.
Los billetes o hours están en circulación legalmente desde 1991 y funcionan exactamente como el dinero, con la diferencia de que los gastas en tu barrio con tus vecinos y se queda allí para ganarlos otra vez. De esta forma se construye la economía local, ayudando a aquellos que a la vez te ayudan a tí.

Con hours se pueden comprar productos, comida y servicios, su existencia y circulación ha generado nuevos negocios y trabajo para los habitantes de Ithaca y ha incentivado la producción local. Los coloridos billetes se imprimen en la ciudad, llevan número de serie y están potegidos contra la falsificación.

Este es uno de los muchos ejemplos de monedas, billetes o sistemas de intercambio alternativas al dinero que actualmente están en vigencia alrededor del mundo. Su objetivo es crear un sistema que sirva a las necesidades de las personas y no a las del mercado.
Existe una gran variedad de sistemas de intercambio, desde los más simples a los más sofisticados que operan internacionalmente a través del internet como una gran aldea global.
Bernard Lietaer, autor de El Futuro del Dinero, un experto internacional que se ha dedicado a diseñar e implementar sistemas de intercambio, asegura que la solución a la crisis económica imperante es justamente crear estos sistemas alternativos desde la base, desde la necesidad real de las personas para fortalecer las comunidades locales y de ahí ir construyendo hacia arriba.
Una muy interesante propuesta, que seguramente nos mantendrá ocupados pensando en cómo implementarla.

¿Creen que esto sea posible en sus comunidades?

1 comentario:

Alejandro Gandolfi dijo...

Estaría bueno que se implementaran medios de intercambio locales. Por lo general esto no es del agrado de los que centralizan el dinero.
Argentina atravesó allá por el 2001 una Odisea financiera, en la que se emitieron monedas provinciales, municipales, tickets para compra de alimentos, hasta los "créditos" del Club del Trueque, todo con algunas experiencias positivas, en especial sobre la capacidad de la gente de unirse y organizarse frente a un problema común.
Todavía subsisten en Bariloche algunas comunidades originadas en aquella crisis, basadas ahora más en el encuentro solidario y alternativo.
Lo nuevo que está ocurriendo aquí son las Gratiferias, que son reuniones públicas, no para intercambiar ni vender nada, sino para regalar lo que uno tiene para dar, y/o recibir lo que se ofrece.
Ya se hicieron dos en lo que va de un mes, y se espera la próxima...