jueves, 1 de septiembre de 2011

Primeros pasos iniciáticos


No se cómo sucede, ni qué las produce, son sensaciones físicas, una vibración que se siente en el cuerpo, como una corriente eléctrica, sutil al principio y que con el tiempo se va haciendo más intensa. Yo soy de las que generalmente no sienten nada, la que se queda esperando que algo ocurra, pero esto que me viene sucediendo no lo sentí nunca antes.
Comenzó cuando recibí las primeras bendiciones o Deekshas, que son transferencias de energía desde un iniciado que pone sus manos sobre mi cabeza por un minuto. Siento cómo sus manos vibran y despiden un calor muy placentero. En mi cabeza pasan cosas, como hormigueos y a veces mi cuerpo reacciona con un leve temblor. Con los ojos cerrados a veces veo un color violeta, o una luminosidad. Poco a poco voy entrando en un estado de total relajación, de paz y bienestar, los pensamientos están ahí, los veo pasar y los dejo ir. La sesión dura como una hora, y uno a uno los “dadores” van posando sus manos sobre mi cabeza. Todos vibran y nos quedamos ahí muy quietos deseando que esto no termine.

Salgo a la calle cuando ya es de noche. Las luces de Broadway parecen más brillantes. El ruido es muy intenso, pero no me molesta. Camino despacio, todavía sintiendo lo que pasa en mi interior, nada me perturba, como si entre mi cuerpo y la calle con su gente, sus luces y sus ruidos existiera un velo transparente que los distancia y los amortigua. ¿Qué va a pasarme ahora? No es que espere algo extraordinario, a mí nunca me pasan cosas tan fuertes, pero no quiero preocuparme, quiero quedarme así, atenta a lo que voy sintiendo, tranquila, el primer paso ya está dado.
Bajo al subterráneo y ya no me parece tan feo, voy como deslizándome entre la gente, todo está muy tranquilo, me siento relajada, casi contenta. Estoy conciente de que esto es sólo el comienzo, que a partir de esta noche algo empieza a transformarse.

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