Hace poco me invitaron a un Kirtan, que es un encuentro
donde se toca música y se cantan mantras, uno canta y los demás van repitiendo formando un coro que va llenando el espacio afuera y adentro.
El canto se nos va metiendo en el alma acariciando el corazón, se nos olvida hasta pensar, porque si nos distraemos nos perdemos y así nos vamos envolviendo en una energía que va creciendo y envolviéndonos con amor.
Al terminar cada canto, respiramos, sentimos que se siente lindo adentro y no queremos que termine. Nada más se necesita, sólo el aliento y la voz y un corazón que se abra para poderlo disfrutar. ¡Qué maravilla dejarse llevar, sentir sin miedo, sin juicios, sin observarse! Abrir la mente, los brazos y encontrarnos con el otro que no es sino yo misma
No hay comentarios.:
Publicar un comentario